miércoles, 30 de marzo de 2011

La Microbrigada Provincial de Ciudad Habana insiste en sus violaciones a las leyes cubanas

Hace años, en contra de la voluntad de mi abuelo y violando las normas establecidas, la Microbrigada Provincial de Ciudad Habana construyó un almacén de piezas para automóviles utilizando las paredes del baño y la cocina de nuestra casa. Desde entonces desconozco que significa vivir en privacidad. A través de las ventanas del baño y la cocina aprendí, entre otras cosas, el significado de las palabra VOYEUR (Persona que disfruta contemplando actitudes íntimas o eróticas de otras personas). Mi abuelo, ya fallecido, no nos pudo defender. Ningún abogado se atrevía a representarlo pues se necesitaba hacer una demanda contra una entidad del Estado Cubano y eso, lo aprendí también, era muy riesgoso.
Mis abuelos fallecieron, pero aún recuerdo los consejos del viejo: "No cambies las ventanas. Ellas son tu mejor evidencia".
En el 2004 pasé a ser propietaria de la casa, con esposo y madre de dos niñas. Volví a sufrir, como mis abuelos, las negativas de los abogados del Estado y su eterno pesimismo: "No te puedo representar. Tu caso es muy difícil. No te hagas ilusiones." Las instituciones del Estado a donde acudí en busca de ayuda me recibieron o no con excusas de toda índole.
Un buen día "descubrí" una abogada del Municipio 10 de Octubre que aceptó mi caso para establecer una demanda por "construcción de obra nueva". Desde ese momento comenzaron a visitar mi hogar de funcionarios de la Microbrigada Provincial de Ciudad Habana, unas veces amistosos y otras desafiantes. Su objetivo era que yo firmara un documento indescifrable pues está planificado que se construiran edificios en el área que perteneció originalmente a la propiedad de mi viejo, adquirida en 1965 a través de un contrato con la desaparecida Reforma Urbana. Una vez que se convencieron de que nunca firmaría nada como no fuese la restitución de mis derechos: privacidad, ventilación e iluminación; cambiaron de táctica y desde entonces, y sin autorización legal, viven varias personas en el antiguo taller.
No pretendo aburrir a mis lectores con las tropelías diarias: Nos vigilan o se callan para escuchar nuestras conversaciones, amenazas, fiestas a deshoras…
A propósito, una de las últimas advertencias me la hicieron en presencia de los jueces del tribunal de Diez de Octubre cuando acudieron a buscar pruebas en una segunda demanda:
"Señora!- me gritaron-¡Se va a morir de un infarto! ¡Nunca va a ganar una demanda contra el Estado! Y si no le gusta la bulla, espere a que construyamos los edificios para que vea lo que va a pasar".
Se equivoca quién crea que la Microbrigada Provincial de Ciudad Habana está subordinada al Ministerio de la Construcción. Sus decisiones y planes están muy relacionados con el Poder Popular de la Capital.
"No es facultad de la Dirección Provincial de la Vivienda, ni de sus dependencias municipales entregar inmuebles del fondo estatal. Ello se realiza a través de las comisiones de Vivienda de los órganos locales del Poder Popular" (publicado en el periódico "Juventud Rebelde "marzo, 2010 ).
Un detalle adicional, el taller que durante tantos años nos ha hecho padecer, no aparece inscrito como patrimonio de la Microbrigada Provincial de Ciudad Habana.
No quieren demoler el taller, ni me dejan a mí hacerlo. No me ceden el local pues se me considera una "ciudadana no confiable". Si las leyes y la Constitución de la República de Cuba no son respetadas desde hace décadas por los funcionarios de la Microbrigada Provincial de Ciudad Habana ¿Qué pasará con las recomendaciones de la UNICEF en materia de Educación que actualmente no se aplican?

"A veces en la vida hay que saber luchar no sólo sin miedo, sino también sin esperanza". -

Sandro Pertini

domingo, 27 de marzo de 2011

La Biblioteca del Congreso No Existe

Hace unos días, interesadas en ser miembros de la ACDEI, me reuní con varias profesionales especializadas en Educación Infantil: Carecían de información actualizada referente al sistema educacional cubano e internacional, desconocen el empleo de las nuevas técnicas de computación, necesitan recursos materiales para impartir sus clases, etc. El apoyo de ACDEI fue inmediato y marchaba bien hasta que a la semana siguiente me plantean que no podían recibirme pues había una directiva del Ministerio de Educación que se lo prohíbe, tampoco les permitían recibir ayuda de ningún tipo proveniente de fuentes ajenas al Ministerio de Educación. Temían incluso por sus puestos de trabajo y familiares.

La información les había llegado por un funcionario del Ministerio de Educación, cuyo nombre se reservaron, que según me cuentan les dijo algo así: "La ley de Asociaciones existe pero no se aplica a la educación en Cuba."
Realmente me sorprendí mucho pero no soy un caso aislado. Muchas donaciones privadas a círculos infantiles del estado han sido devueltas a sus países de destino por ser "no autorizadas".

Ahora me referiré a una anécdota sobre la actitud de ciertos funcionarios del MINED.
Años atrás, la madre de una talentosa niña fue mandada a buscar por la maestra de la escuela debido al "mal examen que había hecho". La polémica prueba de Lengua Española era el pase de grado de 4to para 5to y se realizaba en presencia de maestros de otra escuela. Imaginen por un momento a esa pobre mujer, acostumbrada a escuchar que su hija tenía un dominio del idioma excepcional para su edad y de pronto la hacen abandonar sus tareas domésticas pues la niña tenía serias dificultades con el examen.

La pregunta en cuestión decía más o menos así: Escriba un texto titulado "Un paseo inolvidable".
Tal y como lo recuerdo ahora, la madre me comentó que leyó la composición de la niña y no detectó nada fuera de lo común. Buena letra, todo bien redactado. No. No estaba bien. El "famoso paseo" de la alumna había sido en la Enciclopedia Encarta durante una visita virtual a la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Y ese lugar, alegaban los enojados maestros a la atribulada madre: ¡NO EXISTE! Si continuaba la alumna defendiendo su redacción, no tenían más remedio que suspenderla. La propuesta era que la madre le dijese a su hija que cambiase el nombre de la biblioteca y escribiese Biblioteca Nacional, el nombre de la mayor biblioteca cubana.

El final esperado, la alumna de 8 años repitió la prueba y la visita fue a la… Biblioteca Nacional. Por suerte para todos, la pequeña pasó de grado sin mayores complicaciones para ella, aunque despertó ciertas sospechas sobre su mamá. "Seguro que fue inducida por la madre", comentaban posteriormente los educadores.
Pasó el tiempo y actualmente esos maestros son funcionarios y directivos de la educación cubana. Quizás todavía desconozcan que la Biblioteca del Congreso sí existe e imparte excelentes talleres y recursos educativos a familias, maestros y alumnos de todo el mundo si visitan su página web: http://www.loc.gov/index.html

miércoles, 23 de marzo de 2011

Las Barbies y las Matemáticas

Manos amigas me hicieron llegar una publicación del 2008 en la pagina web America .gov:” La igualdad aumenta el rendimiento de las niñas en matemáticas”.
El artículo se publicó nada menos que en el prestigioso Foro de Educación de la revista Science. Los autores representan distintas instituciones de Europa y Estados Unidos y abarcó estudiantes de 40 países. Todo parecía indicar que la sabiduría popular era cierta: Las niñas se desempeñan mejor en lectura que en Matemáticas. Los varones son mejores en la reina de las ciencias.

Por suerte, el talento de los investigadores sacó a la luz un tema muy actual e importante: Igualdad de géneros. La supuesta superioridad masculina en matemáticas no existe en países donde ambos sexos tienen semejantes oportunidades y acceso a recursos. Destacan además la influencia del entorno que puede modificarse mediante la educación y programas sociales.

Siempre habrá quién me diga que la pobreza de los países subdesarrollados afecta el aprendizaje de las niñas y que el artículo que menciono no es del todo aplicable en condiciones desfavorecidas. Podría estar de acuerdo si no fuese porque tengo la “suerte” de contar con exalumnas que han estudiado Matemáticas en la Universidad de la Habana y otras que son excelentes en análisis, lógica y computación. Lo mismo que sus compañeros de clase. Conozco otros pedagogos cubanos con semejantes y mejores resultados que los míos.

Es bueno señalar que me dedico esencialmente a enseñar en el nivel primario y pre escolar y los recursos con que he contado incluyen tubos de papel higiénico, hojas recicladas, goma de pegar hecha en casa y otros materiales disponibles en cualquier lugar . Eso sí, la enseñanza de la igualdad de género es parte del curriculo. A mis alumnos y alumnas les hablo desde muy pequeños que ni la pobreza, el sexo o la raza son impedimentos para lograr lo que se propongan.
Las matemáticas se puede enseñar en los primeros grados como un juego donde las Barbies, Naruto o el “Oso Matemático” instruyen habilidades en Algebra o técnicas para resolver problemas, por poner solo un ejemplo.

Aunque no puede faltar la buena metodología de enseñanza y buenos planes de estudio (un acicate para los maestros que enseñan a amar a las ciencias), también marcan la diferencia el buen humor y conceptos matemáticos desde que comienzan a balbucear. El resultado final, según mi experiencia, es que las matemáticas son percibidas por los escolares como otra forma de ver la realidad. Al principio parece que no avanzas, pero después vuelan y alto. ¡Vale la pena por la satisfacción que provoca tanto en el alumno como en el educador!