viernes, 24 de junio de 2011

La Enseñanza de Párvulos en la Cuba Colonial

Vaya por adelantado que no pretendo sentar cátedra de cómo ha sido la historia de la Educación en Cuba. Por fortuna ya existen obras de gran alcance y erudición, entre ellas las de los profesores Enrique Sosa y Alejandrina Penabad – La Historia de la Educación en Cuba, Editorial Pueblo y Educación 1997- un título que deberá ser referente entre los profesionales del magisterio cuando se proyecte sentar nuevas bases en la enseñanza cubana actual.

Según lo publicado por Sosa y Penabad, la historia de la Educación en la Cuba colonial estuvo muy integrada a la de España y al resto de otras colonias americanas del imperio; cada cual con sus particularidades.

La educación de las niñas de la época era menos rigurosa que la de un varón, consistía en prepararlas para ser buenas esposas y madres. Aquellas doncellas de procedencia acomodada pudieron aprender con preceptores particulares o asistir a establecimientos especiales.

En la España del siglo XVI y XVII se les conocía como “amigas” o “migas” a las mujeres respetables que recibían y enseñaban en sus casas a niñas pequeñas. Estas damas en su mayoría carecían de licencia para enseñar pero se les exigía limpieza y decoro junto a una intachable conducta moral.

Cuba dio en sus inicios pasos muy tímidos en la educación y la cultura, debido tal vez, a la carencia de significativos yacimientos de oro que sí poseía el resto de las colonias españolas.

Durante los siglos XVI y hasta principio del XIX la enseñanza estuvo dirigida fundamentalmente por la Iglesia, aunque bajo supervisión del Real Patronato de Indias (función delegada por el Papa en varias instancias a favor de la monarquía española). Es bueno destacar en la educación de la época la notable participación de instituciones civiles e incluso individuos independientes.

En la segunda mitad del siglo XVII o comienzos del XVIII, aparecieron las primeras “amigas” en Cuba. Las fuentes consultadas revelan que al parecer, desde el comienzo fueron negras libres, en su mayoría trabajando por un escaso estipendio, con frecuencia se le pagaba en especie y no pocas cuidaban niños y niñas sin recibir paga alguna. Como cuidadoras de párvulos trabajaron sin la tutela de la Iglesia, los cabildos y los alcaldes examinadores hasta el siglo XIX.

Los indoamericanos fueron considerados en el orden jurídico “vasallos libres” de la Corona Española, en numerosos documentos se ordenaba su adoctrinamiento e instrucción en las primeras letras. Por tanto la reglamentación de la esclavitud en las Leyes de Indias estuvo generalmente dedicada a los negros. Como parte de los segregados en la educación colonial, permanecieron siempre al margen de la enseñanza escolarizada. Aquellos esclavos con alguna instrucción eran los menos.

El politólogo y economista Esteban Morales ha mencionado la escasez de representatividad racial en nuestros libros de texto, la situación tal y como él la expone: “…el pensamiento dominante sobre la raza en Cuba, hoy, parece ser aquel que dentro del siglo XIX asumían los liberales… liderados por José A. Saco…” (Racismo un problema por resolver, entrevista con la periodista Patricia Grogg )

Según creo, la obra de Enrique Sosa y Alejandrina Penabad – La Historia de la Educación en Cuba- resulta de un valor educativo y social muy estimable.

1. Sin proponérselo revalorizan el rol social de los negros desde la colonia a través de diversos documentos. Uno de ellos, las primeras cuidadoras de párvulos-”amigas”eran -en su mayoría- negras, con el prestigio moral necesario para desempeñar esta labor durante siglos, aún cuando muchas carecían del adiestramiento académico pertinente.

2. La enseñanza de las ciencias sociales que utiliza la escuela cubana actual acentúa la carencia de conciencia racial de gran parte de los descendientes de negros.

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