martes, 7 de junio de 2011

Son Niñas y Niños Todos Los Menores de 18 años

"A los pobres, a los oprimidos, hay que socorrerlos aunque no tengan razón.Han tenido tanto tiempo razón los oprimidos, que bien tienen derecho a no tenerla alguna vez."
JACINTO BENAVENTE

Confieso que cuando me encontré con Brunilda, en aquel entonces tenía 12 años, la primera sorprendida fui yo. Debía permanecer varias semanas en “La Escuela al Campo”, un proyecto pedagógico obligatorio para la enseñanza media, entre cuyos objetivos estaba independizar a los alumnos de la “excesiva” protección de sus padres, además de ayudar al desarrollo de Cuba.

Yo también participé como alumna en las primeras “Escuelas al Campo”. Una de ellas fue en Vertientes, Camaguey, a cientos de kilómetros de mi casa. Todavía recuerdo la cara de espanto de aquel matrimonio, que a pesar de las dificultades para llegar hasta nosotros, fue a visitar a su hijo. Nunca olvidaré su expresión cuando por boca del niño supo que estuvimos viajando en un tren que se empleaba para trasladar reses. Peor fue la reacción al enterarse que un día tuvimos por almuerzo melón y trozos de caña. No se que sucedió después, pero nunca volví a verlos ni siquiera en la escuela.

Brunilda- nieta de un próspero hombre de negocios que terminó sus días alcoholizado al intervenirle la Revolución Cubana sus propiedades- se negaba rotundamente a participar en la escuela al campo. Sus padres, previendo que la niña se quedase sin carrera cuando terminase la Secundaria Básica, le insistían sobre la importancia de su participación. Desesperados por la tozudez de la chica, me preguntaron mi parecer:
-Si fuese mi hija no la mandaba a ninguna parte. Por experiencia propia he aprendido que ellas saben más de lo que uno se imagina.
Así y todo, Brunilda fue enviada al campo...

-¿Qué haces aquí, ya terminaste?- pregunté a la chica tan pronto la vi.
-No le digas a mi familia que te lo he dicho. Intenté suicidarme y me enviaron para mi casa.
Al oírla, confieso que desee que me hundiese la tierra. Aún así tuve la suficiente fuerza de voluntad para decirle:
-¿Cómo están tus padres? Conozco la Escuela al Campo, pero me parece que tu reacción fue muy egoísta.

Esto sucedió hace más de una década y Brunilda, ahora es madre, continua de vez en vez visitándome y pidiéndome consejos.

Protección y Consejos sobre la Infancia

¿Convención sobre los Derechos del Niño?- Sí, ya vi el póster en la escuela. Está bonito.
¿EL INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO? – Aquí el que dirige esto es el MINED. No quiero problemas.
UNICEF es el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y... - ¿Qué es lo que pasa? ¿Quién es Usted? ¿Quién la mandó para acá?

Es un círculo vicioso alrededor del cual giran los pequeños, las familias y los educadores.
Ya he reiterado en el blog la importancia de conocer y aplicar en nuestra vida cotidiana la Constitución de la República de Cuba. Deberíamos hacer lo mismo con los artículos de la Convención sobre los Derechos del Niño. Contrario a lo que la mayoría cree, nos evitaríamos disgustos si nos tomáramos el trabajo de leerlos.

Los 54 artículos de la Convención sobre los Derechos del Niño son de cumplimiento obligatorio. Basados en diferentes sistemas jurídicos y tradiciones culturales, la Convención está compuesta por una serie de normas y compromisos aceptadas por todos los países firmantes, Cuba entre ellos.
A través de un comité de expertos se verifica si los Estados cumplen con la Convención, la finalidad es examinar los progresos realizados en el cumplimiento de las obligaciones contraídas por cada Gobierno.

Los artículos de la Convención se pueden agrupar en torno a cuatro grandes temas:

1. El derecho a la supervivencia.
2. El derecho a desarrollar su capacidad mental y física hasta el máximo de sus posibilidades.
3. El derecho a la protección contra las influencias peligrosas para su desarrollo.
4. El derecho a la participación en la vida familiar, social y cultural.

No basta con quejarse, golpear o guardar silencio por problemas relacionados con sus niños. El cambio debe empezar por nosotros mismos. Infórmese.... Aprenda. Son solamente cuatro palabras muy útiles para el éxito de sus hijas e hijos: Convención, derechos, niños, UNICEF.

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