miércoles, 13 de abril de 2011

Pido más respeto al hablar de los maestros cubanos

En su artículo titulado "Cuando la propia maestra te sopla" (Martinoticias, 4 abril 2011) el periodista Rolando Cartaya expone diversos ejemplos sobre el fraude escolar que afecta a la mayoría de las escuelas cubanas. Para dar más detalles del problema menciona lo publicado recientemente en el blog "Desde la Habana".

El artículo en cuestión es bastante verídico pero faltan informaciones de interés. Muchos padres conocen que no solo se soborna para aprobar; lamentablemente existen profesores, que pretenden que se les pague para otorgar la máxima nota. Extorsionan a los alumnos bajo diversos pretextos: Si piden revisión del examen, le dan largas al asunto o le dicen tranquilamente que la nota ya está anotada en el registro de la Secretaría. Otros son menos creativos: "la respuesta no se corresponde con lo que yo quería". De nada vale que el alumno muestre el libro de texto o los padres intervengan a favor de sus hijos. Al final, o te conformas o le buscas a tus hijos una mala fama por tener padre o madre "conflictivos".

A veces estas situaciones se dan con algunos profesores no para que la victima pague, sino para favorecer a un amigo o amiga que le simpatiza.
Así le pasó a Caridad, excelente estudiante y programadora de Delfhi. La muchacha vivía para estudiar programación en su Politécnico de Informática. Tuvo mala suerte porque la "amiguita íntima "del profesor de programación, estudiaba en el mismo grupo de ella. Llegó un momento que el profesor, imposibilitado de perjudicar su promedio de 100 puntos, le cambió de buenas a primeras el examen habiendo comenzado el mismo. No tengo que decir que aún así Caridad obtuvo la máxima nota, sin embargo, le descontaron dos puntos porque se demoró en dar la respuesta ¿?.

Se podría pensar que el cambio de escuela es una solución adecuada. En verdad muchas veces funciona… si la otra escuela no está lejos de la casa, logras que te autoricen el cambio, etc.

¿Por qué pasa esto? Según se interpreta del artículo de Cartaya, los maestros tienen mucha responsabilidad por lo que pasa. Cito:" Los maestros cubanos ponían la política por encima de la educación…se hacían alegremente de la vista gorda" .

Lamento decirle que no es cierto. Muchos maestros y directores han enfrentado estas situaciones dignamente para al poco tiempo recibir reprimendas y hasta despidos como recompensa. Ni siquiera la habanera Escuela Vocacional Vladimir I. Lenin ( nivel Preuniversitario), la cual se considera una de las mejores del país, escapa del chantaje y los privilegios. En Cuba es posible que los padres "apaleen" a los maestros y/o terminen demandándolos judicialmente si no se prestan al juego del engaño y los miramientos de saber" quién es el papá del niño".

No acepto justificaciones para el fraude y la desidia, pero esos ciudadanos cubanos y cubanas que imparten clases en Cuba merecen un poco más de respeto. Todos no son iguales.

Agradezco al periodista Cartaya su preocupación sobre un mal tan grave pero permítanme recordar el proverbio:
"Se nada fácil fuera del agua".

1 comentario:

Simon-Jose dijo...

Un saludo cubanísimo.
Conocí tu blog accidentalmente no hace mucho y he estado leyendo algo.
Y me gusta mucho lo que escribes.
Desde siempre he tenido y mantenido la opinión de que el médico es el personaje mas importante desde el punto de vista social y EL MAESTRO LO ES DESDE EL PUNTO DE VISTA NACIONAL.
Solo de un país con buenos maestros se obtendrán buenos educandos y esos educandos serán los futuros prohombres de la nación.
Y el status para tal efecto está en manos del sistema de gobierno imperante y la voluntad política y amor patrio de quienes detenten el poder.
Todo mi reconocimiento para tu labor y para ti.
Un abrazo patriótico y cubanísimo,
Simón José Martí Bolívar