sábado, 14 de mayo de 2011

El Derecho de Admisión y la Ley Fundamental de la República de Cuba

Hace varios días dos jóvenes negras deseaban bañarse en la piscina del Hotel Nacional. Había pocos bañistas, el día era excelente pero no pudieron entrar. “La piscina está reservada para una actividad”- le explicaron.

Con discreción pude averiguar que no iba a celebrarse evento alguno. Cuando indagué a una empleada el porqué les negaron la entrada a las muchachas, me contestó lacónicamente:
- Este hotel tiene la potestad de aplicar el DERECHO DE ADMISIÓN.

No tengo intenciones de criticar la política que el Hotel Nacional utiliza con sus clientes. Lo que me preocupa es nuestra ignorancia supina sobre nuestra constitución: La Ley Fundamental de la República de Cuba. Debo aclarar que no soy abogada, ni pretendo serlo; aunque junto a mi cama hay un ejemplar de la Constitución Cubana- la de ahora- editada por la Editora Política el 2010.

Ya conté en un post anterior que mi familia y yo estamos desde hace años en litigio con una reconocida empresa estatal: Empresa de Microbrigadas Provincial de Ciudad Habana.

Cuando me hice propietaria de la casa, al primer lugar al que fui a preguntar resultó ser la Fiscalía General de la República, entonces ubicada cerca de la calle Montes.
La Fiscalía General de la República tiene abogados y fiscales que de forma gratuita están obligados a orientarte sobre tus demandas. Ellos fueron los primeros en corroborarme que mi caso no prescribía y que además tenía todo el amparo legal para defenderme. En cualquier bufete colectivo de Cuba hay abogados que de forma gratuita te orientan y asesoran, aún cuando no acepten el caso. Si tienes la intuición de que en algún bufete no te hablan claramente, puedes, así lo hice, irte a otro municipio y volver hacer las mismas preguntas.

La mayoría de los bufetes que visité me negaron el servicio, después aprendí que podía demandar al bufete y hasta a la Ministra de Justicia si no se me representaba como solicitaba.

Leer y conocer la Constitución Cubana es una necesidad esencial para todos los cubanos y cubanas. Significa saber cuáles son sus derechos y deberes como ciudadano(a) y lo que es mejor, enseña a defenderse de los tramposos, desinformados y negligentes.

Mi demanda sigue en curso, quizás la sentencia no me favorezca. Aunque me preocupa, conozco que en algún momento no sólo tendrán que devolverme lo que me corresponde sino también indemnizarnos por todo el daño moral y material que nos han hecho.

No se enseña en la escuela primaria cubana la trascendencia y utilidad de la ley fundamental de un país, ni se prepara adecuadamente a los maestros y profesores sobre el tema.

Las dos chicas que deseaban bañarse en la piscina del Hotel Nacional perdieron la oportunidad de demandarlos. Quizás no ganaban el juicio pero habrían dejado un precedente muy importante a los empresarios del sector turístico cubano: Recordar siempre el capítulo VI de nuestra Constitución referido a la igualdad.

Un sinnúmero de patriotas cubanos y extranjeros han muerto luchando por la igualdad y la dignidad para todo ser humano. Por respeto a ellos y su inmenso sacrificio, seamos conscientes de que nadie tiene derecho a quitarnos, ni por un minuto, el inmenso placer de disfrutar lo que nos han legado y mucho menos en el Año de los Afrodescendientes.

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