Liderazgo de Fiedler en Asociación Educativa Cubana Bajo Ambiente Hostil

Entrevistas realizadas en Cuba (Freedom House, 2008) indican que los cubanos por lo general tienen una visión sombría con respecto al futuro de su país, además, tienden a temer que el cambio pueda empeorar las cosas. La mayoría lucha sólo por sobrevivir y no esperan que el nuevo liderazgo de su país les provea mejoras en su vida cotidiana. Están conscientes de los férreos controles sobre la sociedad y de las preferencias que se conceden a quienes están políticamente bien "conectados".
Cuando los cubanos sufren abusos, generalmente no ven manera de responder a ellos. Se sienten sin poder para defenderse de los atropellos, y la generalizada presencia de informantes de la Seguridad del Estado alimenta la desconfianza entre los ciudadanos, lo que previene de forma efectiva las acciones colectivas independientes.

En el ámbito educativo la situación es crítica. A penas faltando unos días para el comienzo del curso escolar, noticias publicadas en la edición impresa del periódico Granma ( Órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba) dan cuenta del déficit de personal docente como el problema más apremiante en la provincia de Matanzas ( Ventura y Dávalos, 2011). Por diferentes causas, alrededor de 1200 docentes abandonaron su profesión en los últimos cinco años, según cifras ofrecidas por un directivo matancero. Los datos que pueden ser considerados como conservadores, reflejan de alguna manera la crisis educacional que sufre el país.

¿Cómo proceder ante un panorama tan desolador? La participación en la actividad cívica puede comenzar a darles a los cubanos algún sentido de poder, capaz de impulsarles más allá de sus actitudes fatalistas, y hacerles pensar en sí mismos como ciudadanos, aptos para decidir el futuro de su comunidad y su país. Una visión verdaderamente atractiva es necesaria para superar el miedo y la desilusión impregnada en la sociedad cubana.

A partir de un estudio realizado al sistema educacional cubano (Mesa, 2010) se pensó inicialmente en crear una organización educativa no gubernamental sin fines de lucro poseedora de una estructura organizativa profesional, muy común en medios escolares y universidades. La organización debía estar formada por maestros y profesores, debidamente capacitados, donde a pesar de la constante y novedosa capacitación que se proponía, los miembros tuviesen suficiente control e independencia en su trabajo.

Sin embargo esta estructura no tuvo en cuenta los factores situacionales y la hostilidad probable del ambiente. Entonces, en poco tiempo, la mayor parte de los profesores y maestros activos abandonaron la organización por las amenazas a la que fueron expuestos por parte de los funcionarios del Ministerio de Educación.

Uno de los factores que provocó esta crisis fue el desconocimiento del estilo de liderazgo más apropiado para un medio tan hostil como la cotidianidad cubana. De haberse utilizado en aquel momento la teoría de contingencia de Fiedler se hubiese tenido en cuenta que el éxito del liderazgo dependía de la correspondencia entre el estilo del líder y las demandas de la situación. Según este modelo un directivo debe conocer su estilo de liderazgo, diagnosticar la situación particular en la que se encuentra y después buscar la coincidencia entre su estilo y la situación específica. En nuestro caso se valoraron mal las relaciones líder - miembro, que si bien eran buenas, la poca edad de la organización las hizo muy vulnerables.

En la actualidad la Asociación Cubana para el Desarrollo de la Educación Infantil, debido a la crisis que enfrentó, utiliza la estructura simple muy bien descrita por Mintzberg (1989) en su obra Diseño de Organizaciones Eficientes, con la particularidad de que el planeamiento y la capacitación si están maximizados (Pág. 133). El poder de las decisiones importantes tiende a está en manos de la actual Directora. El manejo de contratiempos e innovaciones son también parte importante de su responsabilidad. Con pocos miembros (6) de buenos curriculums académicos, tiene además otros colaboradores igualmente competentes que permanecen incógnitos por temor a represalias. Una de las debilidades que enfrenta ACDEI como organización es su poca presencia en eventos y reuniones de la sociedad civil debido a la variedad y cantidad de tareas que deben asumir sus miembros, los cuales también laboran en otros centros de trabajo de la ciudad.

El modelo de liderazgo de Fiedler propone que es la situación en sí la que le da el control e influencia al líder. Por tanto en estos momentos el poder está centralizado en la directora (la autora de este blog) que utiliza la supervisión directa en las coordinaciones. La parte clave de la estructura es la estrategia .Las tareas (clases a los pequeños, talleres a las educadoras, actividades infantiles, etc.) están bien estructuradas en base a un programa utilizado en Cuba: Educa a tu Hijo (OIE Cuba, 2008) pero enriquecido con otros curriculums (Bertram and Pascal ,2002) y los preceptos de la Convención de los Derechos del Niño (Resolución 44/25 ONU, 1990).

La estructura simple facilita controlar la calidad del desempeño y responsabilizar más definidamente de él a los miembros de ACDEI y personas involucradas en el proyecto. Esta distribución organizativa es muy flexible y dinámica, necesaria en situaciones como las que tiene Cuba actualmente si bien tiene sus desventajas explicadas detalladamente por Mintzberg ( 1989 ,Pág. 136).